| Curruca capirotada Macho | 
| Curruca Capirotada Hembra | 
| Curruca capirotada M | 
| Curruca Mosquitera | 
| Curruca Zarcera | 
| Curruca zarcera | 
| Curruca capirotada macho | 
| Curruca Capirotada macho | 
| Curruca capirotada hembra | 
| Curruca Capirotadam hembra | 
Curruca Capirotada
El capirote es la marca distintiva que da nombre a esta especie y que permite identificarla fácilmente; el resto de su plumaje es más bien discreto.
La muda se inicia a mediados de julio. Las currucas 
  capirotadas apenas se mueven y pasan desapercibidas. Después de un 
  período de silencio, hacia mediados de agosto, se oyen otra vez sus 
  voces claras entre los sotos.
        
Aunque es común criando en casi toda España, aparecen 
  en mayor número en invierno con la llegada de multitud de aves 
  procedentes de otros puntos de Europa. Hacia finales de septiembre 
  arriban las avanzadas, pero es en octubre, particularmente, cuando llega 
  el grueso de aves, que inverna principalmente en todo el centro y sur.
Curruca Mosquitera
Las Currucas Mosquiteras son escondedizas y pasan la mayor 
parte del tiempo entre las matas. En terreno abierto no llaman exageradamente la 
atención, ya que su plumaje pardo liso es muy discreto. Por su canto se las 
descubre enseguida, incluso cuando lo emiten desde un posadero bien oculto. 
Estas currucas llegan a nuestro país procedente de África 
central y meridional desde fines de marzo o mayo, instalándose para criar en 
casi toda la mitad norte de la Península y localmente en la mitad sur. La parada 
nupcial del macho consiste en despliegues de la cola y movimientos de las alas, 
de cara a su pareja; el mismo comportamiento realizado por la hembra sirve como 
maniobra de distracción para proteger sus pollos de los intrusos. Antes de 
elegir definitivamente un sitio para nidificar, el macho construye varios nidos 
de «prueba». 
 Curruca Zarcera
Las currucas zarceras no son 
  tan escondidizas y discretas como otras; el macho se posa al descubierto 
  en la rama de un arbusto para lanzar al aire su breve pero dulce canto. 
  Elige su territorio tan pronto como llega a España y puede emparejar con 
  la primera hembra que pase por el mismo. El cortejo nupcial puede ser 
  violento por ambas partes. El macho persigue a la hembra de cerca, con 
  un trocito de hierba en el pico, y luego se lanza sobre ella con cortos 
  estallidos de canto, como si la atacara. La hembra responde extendiendo 
  las alas y la cola y saltando sobre el macho, como para alejarle: en el 
  último momento el macho retrocede.
        
La Curruca Zarcera vive en un amplio número de 
  hábitat, como campos con maleza no muy espesa, linderos de bosques y 
  terrenos con ortigas, zarzales, aulagas y otros arbustos. Pasada la 
  estación de cría a veces visitan jardines, alimentándose en ellos con 
  frutos blandos; luego, parten para África. Durante los pasos es más 
  común en el norte, noroeste y sur del país, con numerosas aves 
  procedentes de otros puntos de Europa. En las zonas central, meridional 
  y oriental nidifica sólo a partir de una cierta altitud.
 
 
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