Somormujo lavanco-Podiceps cristatus
En el espejo tranquilo de la
laguna surge de repente una cabeza triangular seguida de un largo
cuello; del cuerpo sólo se ve el dorso grisáceo, a ras de agua, el
tiempo suficiente para reconocer al Somormujo Lavanco con sus orejas
leonadas, pues inmediatamente el ave bascula de nuevo en el agua. Es un
maravilloso buceador.
Pero fuera del agua, este somormujo, al igual que los
colimbos, es pesado y poco diestro. Para echar a volar tiene antes que
correr sobre el agua a fin de adquirir velocidad progresivamente. En
tierra casi se arrastra miserablemente y su figura, con las patas que
prolongan su largo cuerpo plano, es sumamente curiosa. En realidad
apenas puede subir arrastrándose a su nido, especie de plataforma que
construye en el agua.
Identificación:
Moño doble negruzco y gola castaña alrededor de la cabeza en época de
cría; cuello blanco y largo, que puede no verse cuando el ave está
encorvada y descansando; sexos iguales.
Nidificación:
Ambos sexos construyen una plataforma de hierbajos en el agua, que flota
y se ancla a las plantas cercanas o toma asiento en el fondo; pone, de
abril a julio, de 3 a 6 huevos blancos, pero pronto se oscurecen por las
hierbas acuáticas; incubación, alrededor de 28 días por ambos sexos; los
pollos, alimentados por la pareja, dejan el nido después de nacer,
comenzando a bucear a las 6 semanas e independizándose a las 9 ó 10
semanas.
Alimentación:
Pececillos, moluscos; algas, hierbas y otras materias vegetales.
Hábitat:
Aguas continentales.
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